martes, 21 de febrero de 2012

Número trece

"Nostalgia"
Nuevamente nos encontramos en el ciberespacio en el cabalístico número trece; esperamos que las lecturas que ahora les ofrecemos sean de su agrado. Como siempre, esperamos con agrado sus comentarios. http://www.calameo.com/read/0001367214e5ef7ac5eea

miércoles, 12 de octubre de 2011

La nueva barbarie.

Borrón y cuenta nueva.
Los cambios imprevistos tienen la virtud de sorprendernos, algunas veces para bien y otras para no tanto; de cualquier manera, todo cambio puede ser benéfico si se le saca provecho. En este medio, debemos adaptarnos a las circunstancias que se presenten y tratar de encontrar o reencontrar los caminos más idóneos para cumplir con nuestro cometido.
Nuestra reestructura es por causa de tiempo, ya no tenemos el acceso total a la información por cuestiones de él y la distancia es otro factor que nos limita un poco el accionar. Por tales motivos, los contenidos que les presentaremos de ahora en adelante, tendrán un pequeño giro en el estilo y en los núcleos de interés para convertirse en visiones más generales de los fenómenos que nos atañen.
Esperamos que siga siendo de su agrado y que podamos contar con su participación; las puertas seguirán abiertas para la opinión y la crítica desde todos los puntos de vista. No queremos ser un espacio de felicitaciones de aniversario únicamente; aunque esto nos agrada, nuestras pretenciones tienen la visión universal que debe privar en una casa de estudios como las nuestras.
Reiteramos nuestro compromiso así, de ofrecer el servicio que hasta ahora nos hemos propuesto y esperamos que todas las acciones que llevemos a cabo, sirvan para nuestro crecimiento. Si es cierto que "lo que no te mata, te hace más fuerte", pueden esperar que la transformación traerá visiones que no teníamos contempladas de origen.
Roberto Barroso Espinal

jueves, 21 de julio de 2011

La nueva barbarie

Los súperdotados.
Puede ser sólo cuestión de actitud, sin embargo, se han hayado causas que parecen sacadas de alguna novela de ficción; sin demeritar los síntomas o las causas que provocan los padecimientos encontrados en los últimos tiempos, la psicología provee de razonamientos que dejan ciertas lagunas al tratar de entender del comportamiento social.
Por supuesto, no puedo asegurar que no existan tales enfermedades, mucho menos al ver que son tratadas desde la psiquiatría con varios medicamentos, pero hay dos líneas que parecen cruzarse en un campo no muy evidentemente explorado y a cabalidad; por un lado, una acumulación de energía que los individuos no pueden externar y por el otro, su supuesta súperinteligencia.
Desde hace dos décadas más o menos, he venido escuchando que las nuevas generaciones tienden a ser más inteligentes a decir de sus padres, imagino que se trata de la visión de inteligencia que entre los sesenta y los setenta se manejaba: un comportamiento donde se mantenía la acumulación de conocimientos como lo principal.
Entonces, si un infante podía memorizar un cúmulo mayor de información del que un adulto era capaz, entonces era tratado como inteligente, por lo que podía ser objeto de un trato privilegiado hacie el interior de su hogar; esto no dejaba espacio para la duda, por ejemplo, qué hacía con toda esa información o para qué le servía. Visión a la que daremos seguimiento mañana.
Roberto Barroso Espinal

miércoles, 20 de julio de 2011

La nueva barbarie

Casa, única educación.
Lo que aprendemos de niños con respecto del comportamiento en grupo, lo asimilamos independientemente de la escuela, sin embargo, el toque familiar es el punto medular para entender qué características presentaremos ante las asociaciones que estableceremos fuera de casa. Somos el reflejo de las relaciones familiares que desarrollemos.
Ser buen o mal estudiante no se deslinda de lo anterior y más que seguidores de un estilo de comportamiento, somos relativamente reaccionarios al ambiente que se nos imponga en el hogar, quizá por tratar de encontrar una identificación con alguien o porque, dependiendo de las reglas que tengamos que acatar, no toleramos las imposiciones.
Al abrirse una posibilidad más de expresión de lo que se piensa, bajo el cobijo de la ignorancia de los mayores, el niño o el adolescente pudiera creer que tiene inmunidad y libertad de afiliarse, compartir o atacar (violencia incluida) sin que tanga consecuencias. Por supuesto, esa idea se arraigará, vuelvo al principio, según lo que hayamos aprendido del comportamiento social en casa.
Si la moneda corriente es el disimulo, obtendremos gente evasiva que nunca verá la necesidad de enfrentar las situaciones que se vaya creando, el riesgo está en que ese camino nos lleve a producir personas cobardes que se salvaguardan en trincheras turbias y medrosas. Si queremos convivir con gente transparente, el único sendero es la honestidad.
Roberto Barroso Espinal

martes, 19 de julio de 2011

La nueva barbarie

Tecnología y responsabilidad adulta.
No diré que nunca había existido la violencia en las escuelas, mucho menos aseguraré que antes se podía vivir más seguro en ellas, lo cierto es que ahora vamos enterándonos de lo que en la mayor parte de las instituciones se viene practicando con modalidades más acordes a los tiempos tecnologizados en los que estamos insertos.
Sin aclarar los grados ni los estratos en los que el fenómeno del bullying se presenta con más frecuencia, la CNDH, asegura que tres de cada diez estudiantes son víctimas de él; tiempo de alarmarnos si no tomamos las precauciones necesarias, primero, para informarnos qué suelo están pisando nuestros infantes y segundo, cómo estamos educándolos en el uso de la tecnología.
La fama de las instituciones educativas se sostiene al principio con el trabajo que se realiza al interior de sus paredes lo que conlleva a la satisfactoria recomendación de cada padre de familia que tuvo la suerte de que su hijo o hija tuviera acceso a ella, pero pareciera que, posteiormente, esa fama sóo responde a la inercia de lo que se construyó en su entorno.
Ninguna escuela asegura que lo que aprenden sus alumnos sobre el uso de herramientas como el ordenador electrónico, vaya a ser utilizado en beneficio propio y de los demás, ni siquiera pueden procurar una vigilancia estrecha del tipo de información que consumen y que producen, por la sencilla razón de que se ven rebasadas por sus pupilos.
Cuando se habla de capacitación para los docentes, por lo general se deja de lado lo que concierne a la tecnología, pues es posible que nos topemos con capacitadores que no han entendido las necesidades de cada profesor en cuestión de ella y creen que, uniformando el acceso, solventaron el propósito de la capacitación misma. Sobre lo educativo, hablaremos mañana.
Roberto Barroso Espinal

lunes, 18 de julio de 2011

La nueva barbarie

Hartazgo.
Como sociedad, es posible que nos movamos según dicten nuestras necesidades creadas; las modas inundan las intenciones, puesto que cada individuo se alínea dentro de las actividades que lo pondrán cercano a la aceptación colectiva y hasta el altruismo se ve mediado por lo que se establezca como prioritario en el ámbito mundial.
Un horizonte así planteado pareciera carecer de fondo y lo que pudiera presentarse como hueco e insulso, resulta que es lo más aceptado como un comportamiento normal o digno de lástima; según la OMS, aproximadamente novecientos mil hombres padecen de trastornos alimentarios, dígase anorexia o bulimia, lo que implica un aumento de tres veces comparado con el año 2000.
Contradictorio si sólo lo percibimos desde la perspectiva de una sociedad globalizada y que dejó en esta década de apreciar la actividad física como una opción para mantenerse delgado, ya no se diga como fin educativo, pero desde otro punto de vista, puede ser el complemento de un comportamiento social basado en la inmediatez y el deseo de obtener resultados mágicos.
Es fácil percibir los dividendos en el panorama de la salud, sin embargo, los síntomas aparecen en todos los demás, manifestándose en una exigencia mayor de acumulación de capitales, por lo cual podemos ver competencias en ventas desleales, engaños para provocar el consumo o graduación de profesionistas con bases depauperadas. Hartos como estamos de la "abundancia" general.
Roberto Barroso Espinal

viernes, 15 de julio de 2011

La nueva barbarie

Consulta laberíntica.
Los espacios de reflexión en el ciberespacio se multiplican a la velocidad de la imaginación, lo que resulta interesante e incómodo a la vez; el abanico de posibilidades de pensamiento se abre casi de forma geométrica, independientemente de los temas, la recurrencia hace que tengamos a nuestro alcance diversos puntos de vista y en diferentes niveles de profundidad.
La incomodidad radica en que al ser demasiados los espacios para la indagación, no podemos tener un panorama exacto de todo lo que podríamos consultar y entonces, seguramente estamos perdiendo de vista un sinfín de oportunidades de conocimiento. Por ello se impone el averiguar cuál sería la mejor estrategia para cada uno de nosotros.
Es difícil establecer un único camino para algo que ofrece miles de vías para llegar a múltiples resultados, por lo cual, el interés y la necesidad de información particular tiene que ser el parámetro con el que obtengamos los mejores dividendos; sólo se debe tener muy claro el punto final al que debemos llegar.
La investigación en sí, es una herramienta que proporciona maneras de hacernos de esos caminos cuando las posibilidades rebasan nuestro entendimiento; la magia se va produciendo en cuanto damos los pasos suficientes y necesarios en pos de indagar, clasificar y conluir con alguna visión del entorno que nos ha tocado vivir.
Roberto Barroso Espinal

jueves, 14 de julio de 2011

La nueva barbarie

Habilidades no útiles.
Dentro del desarrollo de una actividad de cualquier índole, se busca tener como apoyos a quienes comparten ideas, procesos y habilidades semejantes a las que poseemos; es difícil acoplarse a quienes se expresan de manera contraria a como estamos acostumbrados o a la manera en que, por actividad profesional, escogimos como la más adecuada para nuestros fines.
Entendible es, pues, que cuando hay cambios en el personal de una institución, fábrica o empresa en general, también se den éstos en la estructura; si bien es cierto que las instituciones quedan a pesar de que cambien sus integrantes, también lo es el hecho de que cada miembro aportará un estilo especial a la estructura general, según sean sus habilidades e intereses.
Hasta aquí todo parece bondadoso y en términos generales, lo es. Sin embargo, existen riesgos como en todo cambio, por ejemplo, la resistencia al mismo que podrían presentar quienes sobrevivan a las variantes que se les presenten. Este fenómeno es muy marcado en quienes han visto pasar, en su entrono inmediato laboral, a una serie de personas cuya vida institucional es corta.
Invariablemente, este tipo de trabajador se acopla o aferra lo mejor que puede en la empresa a la que presta sus servicios, utilizando las armas que tenga a su alcance, algunas veces no muy loables, como pudiera ser el prepararse mejor capacitándose en las áreas que le conciernen o en el lado contrario, provocando la salida de quienes le representen un riesgo a su puesto. El chisme en voga.
Roberto Barroso Espinal

miércoles, 13 de julio de 2011

La nueva barbarie

La valía no se compra.
Los ciclos se cierran a veces involuntariamente, al menos de nuestra parte; las decisiones unilaterales tienen la virtud de dar los argumentos necesarios para entender lo irresponsable que se puede llegar a ser y, creanme que tengo bastante experiencia en ello, tanto con lo que han sufrido algunos de mis conocidos como lo que me ha sucedido a través de estos años.
Todo estaría bien si al menos las situaciones se enfrentaran en tiempo y forma, sin embargo, pareciera que la costumbre dicta el sigilo y el disimulo, lo que es más fuerte que mostrar el mínimo de educación. Agazaparse en un montículo de poder no nos hace más astutos que los demás, por el contrario, eso indica que se carece de las bases suficientes para tener la conciencia de saber al menos con quiénes se está tratando y a quiénes se va a dirigir. Y la ejecución de estas dos acciones requiere de sabiduría, entendimiento y humildad.
Convertirse en un lider o al menos en un dirigente, lleva tiempo y trato con las personas que intervienen en la empresa de la cual se es responsable; las personas no son refacciones, ni siquiera un número en una listas al que se le puede borrar y sustituir por otro, a menos de que se haya sido tratado de la misma forma y entonces lo que se haga a los demás sólo será una simple revancha.
Roberto Barroso Espinal.

martes, 12 de julio de 2011

La nueva barbarie

Prostitución.
Desde pequeños, a mi generación y a éste que escribe, nos enseñaron que no era bueno tomar lo que no es de nuestra propiedad, el robo respondía a una de las formas de comportamiento más vituperadas de ese tiempo; no sólo a lo material se referia la sentencia, sino a todo lo que tenía que ver con la manera en que tenía la gente de ganarse la vida.
Así entonces, una distribución inequitativa de la riqueza, el imponer jornadas de trabajo inadecuadas, cesar una relación comercial o laboral sin previo aviso, correspondían a formas de despojo del dinero, el tiempo y la confianza respectivamente, asuntos éstos que en la actualidad se ven depauperados en el conciente colectivo.
Inclusive, los más radicales se referían a ello como una forma de prostitución, ya que el disimulo intervenía de tal forma que sólo una de las partes, de manera unilateral, imponía y ejecutaba lo que su entender percibía como benéfico sin tomar en cuenta lo que pudiera necesitar la otra parte. Todo reducido a intereses comerciales.
Aquí debo ofrecer una disculpa a quienes se dedican a vender su cuerpo, pues la referencia va dirigida a situaciones donde, desde un punto privilegiado y de cierto poder, ejercen el mismo para mantener una imagen antes que enfrentar lo que consideran problemático y pues, quien va con una real prostituta, al menos sabe a ciencia cierta a qué se enfrentará.
Roberto Barroso Espinal

lunes, 11 de julio de 2011

La nueva barbarie

Grandes ideales o antivalores.
El uso de ciertos términos debería tener regulaciones, principalmente cuando se ataca inmisericordemente al conocimiento de la historia; no basta con entender que algo tiene una connotación de intrepidez, arrojo o valentía, la responsabilidad del uso de las palabras eswtá precisamente en conocer además de su significado, el porqué se porta.
Puede ser que hayan escogido el mote de "Los Caballeros Templarios", los integrantes del grupo delictivo disidente de la llamada "Familia Michoacana" por la evocación a la Edad Media y todo lo que envuelven las historias de caballerías, pero si bien es cierto que, además de las prácticas guerrearas se sabe que los originales caballeros se dedicaron al comercio, no aparecen en los anales que lo hayan hecho con estupefacientes.
La comparación entre ambas agrupaciones resulta así, insultante para aquellos que tenían en gran estima el profesar grandes ideales, por encima de las pasiones mundanas. No puedo apostar por las intenciones individuales de personajes tan lejanos en la historia, pero al menos su pretexto ha resistido la prueba histórica de mantenerse vigente.
Lo mismo podría decir del mote de "Familia" a quienes, tomando una pseudorepresentación del sentir de los pobladores de ese Estado, tratan de justificar sus actividades delictivas usando todas las formas posibles de la ilegalidad. Lo peor es que ahora, "fieles a sus ideales", mantienes sus armas en alto para matarse entre sí. Tergiversación de valores, nada más.
Roberto Barroso Espinal

viernes, 8 de julio de 2011

La nueva barbarie

Y ahora, ¿cuál es el pretexto?
Quienes sean asiduos seguidores del futbol y hayan podido ver el partido entre las seleciones de nuestro país y la de Alemania en el campeonato mundial de la especialidad sub-17, habrán sido testigos de un episodio casi épico donde nuestra representación, superando más que nada los atabismos a los cuales nos acogemos cuando no nos salen las cosas, consiguó la victoria.
Sin caer en triunfalismos baratos, estos muchachos dieron muestra de que el juego de conjunto, por lo general, supera la actividad individual; comprometidos con una idea, pacientes a la hora de aplicar lo que conocen y renuentes a verse como víctimas de la fatalidad, funcionaron como un equipo y tomaron con la debida sensatez, su compromiso para consigo mismos.
Esto sugiere un conocimiento propio muy amplio sobre lo que pueden o no realizar, tanto en la parte técnica, como en la disciplina que se requiere para acoplarse en la parte táctica. Si se les ve como una empresa (tal cual), sentaron las bases de lo que debe privar en lo referente al cumplimiento de cada tarea individual.
Hubo errores, sí, pero fueron capaces de mantener un funcionamiento coherente a sus ideas, pertinente a la hora de entregar resultados; lo anecdótico envuelve también al partido, Gómez entra con un vendaje que le cubre una herida impresionante y a la postre, se volvió el ejecutor del gol que daría la victoria al equipo nacional. ¿Podríamos tomarlos como ejemplo en todos los ámbitos?
Roberto Barroso Espinal

jueves, 7 de julio de 2011

La nueva barbarie

Profesionista-proletario.
Los criterios para medir la pobreza no quedan muy claros por estas regiones; si el ser pobre indica queno ganas lo suficiente como para poder dolventar los gastos básicos, habrá que incluir a todos los profesionistas que no tienen un sueldo digno y que sólo alcanza a cubrir cuatro salarios mínimos, es decir, aproximadamente siete mil quinientos pesos al mes.
Aunque tradicionalmente tener una profesión no es indicativo de pobreza, la verdad es que se está acercando mucho; bajo la condescendiente mirada de un aparato gubernamental que no es capaz de dejar libre la actividad empresarial, el sistema educativo tampoco propone la creación de personas que lleven a cabo un plan de creación de empresas.
Cada año salen miles de profesionistas-empleados que, al no encontrar cabida en las diferentes expresiones de la economía nacional, deben conformarse con encontra al menos un trabajo que les proporcione el dinero mínimo para sobrevivir, esto es, un salario que está entre los cuatro y los siete mil pesos mensuales.
Esto nos indica que la idea de estudiar una carrera universitaria, cada día de ve más depauperada; no garantiza que se tengan las oportunidades suficientes ni que brinden alguna seguridad, una vez que se ha accedido a la vida productiva. Una clave podría ser, unir todas las capacidades de los que ya egresamos, en torno a una idea que congregue a varias profesiones, sin embargo, el individualismo sigue brindándonos el espejismo de omnipotencia profesional.
Roberto Barroso Espinal

miércoles, 6 de julio de 2011

La nueva barbarie

Extrañas conformidades.
En estos pasados comicios locales en varios estados de la República, se intentó seguir con la práctica de las alianzas. No estoy en contra de que se lleguen a acuerdos que mejoren las condiciones de vida en nuestro país. Lo que no creo es en que intenten hacernos creer que compartirán dos partidos políticos la misma idea de lo que es gobernar.
Entiendo que se debe tratar por cualquier medio de que la institución en la que te desempeñas, sobreviva, pero una alianza que presupone la fusión de dos ideologías no puede ser el mejor método; ni siquiera la imposición o sesión puede ser aceptable para quienes, si de verdad son seguidores de una visión específica del cómo hacer las cosas, invierten sus energías en ello.
La imagen que me queda es que, si se va a formar un partido para proponer a personas dignas y socialmente aceptables para ser elegidas como representantes de una visión del mundo para ostentar un puesto de representación pública, no se vale transar con esa intención y abandonar así nada más el o los ideales que les dieron origen.
Peor aún, la afirmación de que el Estado de México fue ganado por el PRI porque el PAN se negó a hacer una alianza con el PRD (dicha por estos últimos), resulta del todo insultante e inverosímil, pues hay que tomar en cuenta que es difícil imaginar a dos ideologías contrarias estableciendo un acuerdo para presentarse como un bloque común. Para Ripley.
Roberto Barroso Espinal

martes, 5 de julio de 2011

La nueva barbarie

Amnesia electoral.
Como cada sexenio, repetimos los esquemas que nos mantienen en un estado de comodidad. El quejarnos de manera hueca es más encomiable que enfrentar los problemas, no importando el sector económico o el nivel escolar, mucho menos la ideología política que sustentemos. Eso si sustentamos alguna.
Salvo la declaración de Bravo Mena en el Estado de México, las impugnaciones por parte del PRD no tardaron en aparecer y a decir de su dirigente nacional, falta hacerlo de manera formal. Todo estaría muy bien puesto que están en su derecho, sin embargo, así como afirmé que el PRI aún no ha hecho lo que le corresponde para limpiar su imagen, algo similar le ocurre al PRD.
Nace como un ala disidente del Revolucionario Institucional bajo la consigna de reformar la política de esta nación, pero los senderos que ha tomado desde entonces lo han mantenido con la pobre imagen de ser un grupo de choque, que nunca está de acuerdo con nada y que no pierde oportunidad de manifestarse como cualquier bravucón de una escuela primaria.
Sólo debemos recordar a su más reciente referente que en las elecciones federales anteriores, acusó al sistema electoral de fraude y que tenía las pruebas, las cuales nunca mostró. Todos sabemos que cada uno de los institutos políticos del país confía en la poca memoria que tiene nuestro pueblo, incluidos nosotros, ¿seguiremos alimentando esa fantasía? Espero que no.
Roberto Barroso Espinal

lunes, 4 de julio de 2011

La nueva barbarie

Ensayo de gobierno.
Las condiciones para preparar las elecciones federales están dadas, los triunfos del PRI en Coahuila, Nayarit y el Estado de México nos dan pie a imaginar los resultados el próximo año; sigo pensando que se trata de un retroceso, en la medida de que se sigue con la sospecha de volver a las antiguas fórmulas para manejar las preferencias del público.
Habría que observar cuáles serán las afirmaciones de cada uno de los virtuales ganadores, sobre lo que harán y dejarán de hacer pues, como algunos aprendimos desde niños, seguramente se tratará de lo contrario. La lectura entre líneas ha sido una práctica que muchos hemos aprendido a base de golpes  en la economía familiar.
La principal afirmación, dicha por el futuro gobernador de Coahuila, sobre que no habrá revanchismo, es la que más me preocupa. Una agrupación que desde su origen se sintió dueña del país y al verse "despojada" de su divino derecho hace dos sexenios, deja la sensación de que las primeras acciones a nivel federal, serán poner en su lugar a los arrivistas.
Vienen con todo y el "carro completo" vuelve a hacer su aparición, por lo pronto a nivel estatal en esas regiones, pero nos da luz para entender que las cosas seguirán el rumbo marcado por este domingo cuando tengamos que ejercer nuestro derecho de elegir quién nos gobernará para el próximo año. Ahora más que nunca, debemos pensar muy bien en cómo le haremos.
Roberto Barroso Espinal

viernes, 1 de julio de 2011

La nueva barbarie

Si no es propio, no es problema.
El progreso de una sociedad suele medirse en cuanto a la cantidad de satisfactores que va acumulando, la funcionalidad de los mismos y su duración; todo ello requiere planeación, tanto si hablamos de los producidos por el Estado como los elaborados por la iniciativa privada y, en ocasiones, la conjunción de los tres requisitos no suele ser la óptima.
Como ejemplo, podemos observar el instituir un centro educativo como una escuela primaria; de ninguna manera dudamos de su utilidad e importancia, mucho menos podríamos inferir que desaparecieran una vez que ya se echaron a andar, sin embargo, al parecer no tenemos una idea clara de la colocación de cada una de ellas con respecto de su funcionalidad.
La sensación que crea el construir el edificio para una nueva escuela debe ser muy satisfactoria, máxime si dicha construcción llevará el nombre de alguien significativo para nosotros, pero quizá no se pusieron a pensar en que el lugar que se escogió, no era el más idóneo para ello. Esto último se puede constatar en la medida en que se van acumulando malestares al rededor del edificio.
Quienes tengan la "dicha" de compartir los horarios de salida y de entrada de una escuela primaria, podrá ennumerar los problemas a los que debe enfrentarse si desea aproximarse al menos a su domicilio. La inconciencia derrochada por padres y alumnos raya en el insulto, al grado de apoderarse materialmente de la calle. Entendible en una sociedad como la nuestra.
Roberto Barroso Espinal

jueves, 30 de junio de 2011

La nueva barbarie

Cambio climático.
Todo lo que pase en el mar tiene un reflejo en tierra y viceverza; la pregunta que nos hacemos la gente común cada año por estas fechas, es el porqué ya no llueve como antes. Si tratara de discernir las causas desde un punto de vista geológico, ambientalista o biológico, tardaría un tiempo del cual no dispongo, no por la extensión del tema, sino porque no soy experto.
Pero si damos un vistazo a nuestro entorno, nos daremos cuenta de que nuestras acciones tienen que ver mucho con el cambio en los climas local y mundial. No sólo se trata de los giros que componen el movimiento de rotación de la tierra, también la ayuda que le hemos estado dando con los micro y macro cambios en los diferentes ecosistemas de los cuales nos abastecemos.
Las naturaleza no es tonta, si de alguna manera dispuso que las aguas corrieran de un lugar a otro, que ciertas especies de árboles crecieran en diferentes territorios o que en diferentes zonas, el planeta los usara para deshacerse de lo que ya no le sirve, es por algo y nosotros no teníamos el derecho de cambiar radicalmente esa disposición.
Por muy simple que parezca, el cambio del cauce de un río tiene consecuencias e Irapuato puede presumir de que su clima ya no es tan benigno como lo solía ser, hasta la década de los sesenta. El río Silao ha sufrido dos cambios en su cauce y la humedad del territorio, por ende, ya no es la misma. Si a esto le sumamos la tala por construcciones de casas habitación, obtenemos el panorama completo.
Roberto Barroso Espinal

miércoles, 29 de junio de 2011

La nueva barbarie

Mientras pasa el temporal.
Los escándalos se suceden en los diferentes ámbitos de la aldea global, extrañamente les damos preponderancia a los comportamientos sexuales más que a la pobreza o a la desigualdad. Estos últimos, males endémicos que no tienen para cuándo resolverse, bajo las normas y directrices que se mantienen en la economía y política mundiales.
Debido a la inmediatez con la que queremos que se resulevan los problemas, atacamos todo aquello que tiene tintes de individualidad, pues así no salimos embarrados todos, sino sólo aquellos a los que señalamos desde una plataforma de pureza lograda con la hipocresía y la trasnochada forma de calificar lo que no somos capaces de entender.
Y no son sólo los hechos aislados los que tienen que criticarse, por el contrario, cada evento de naturaleza censurable, debe observarse desde los aspectos históricos que le preceden y que se han repetido constantemente bajo la complicidad de todas las sociedades que componemos este mundo. Nadie escapa a la influencia de nadie.
En los días anteriores se trató de un equipo de fútbol; el ingreso de prostitutas al hotel donde estaban concentrados, sólo refleja la irresponsabilidad con que nos hemos manejado como sociedad, donde les damos poder a quienes no saben usarlo, donde permitimos cualquier tipo de comportamiento a quienes aún no poseen la madurez suficiente para conducirse como adulto. ¿Será la razón por la que aún no asumimos nuestras responsabilidades como sociedad?
Roberto Barroso Espinal

martes, 28 de junio de 2011

La nueva barbarie

Derecho de réplica.
Soy un convencido de que cuando una orden no va a funcionar, lo mejor para comprobarlo es seguir al pie de la letra las instrucciones; al IFE se le ocurrió la peregrina idea de proponer que los postulantes a candidatos a puestos públicos tengan el derecho de replicar cuando un medio de comunicación hable de ellos y se sientan agraviados, algo que creo debe matizarse.
Presumo que no tienen una idea clara de lo que están proponiendo, máxime cuando ese derecho contempla el tres por uno, es decir, que por cada minuto invertido por cualquier medio en hablar de un candidato, éste tendra la oportunidad de invertir tres en su propia defensa a la misma hora en que se vio agraviado, lo cual supone dos cuestiones principalmente, en cuestión del uso del tiempo.
En primer lugar, si los medios de comunicación se pusieran de acuerdo al entender la postura de esta iniciativa, su implementación se vería contrariada por sí misma, ya que pudiera suceder que se hablara de un mismo personaje a la misma hora durante cinco minutos. Ya me imagino en la de problemas que se meterían al tratar de copar tanto frente como lo hay tan sólo en el Distrito Federal.
Segundo, si en consecuencia al momento de la réplica resultara que al conductor se le ocurriera responder a la réplica y de nueva cuenta el personaje volviera a sentirse atacado, ¿quién los sacaría de los medios? Sólo restaría otro cuestionamiento: ¿a qué hora cumplirían con su trabajo? Si se llegara a ejercer esto, sólo tienen que ponerse de acuerdo los medios para volver loco a todo el aparato gubernamental.
Roberto Barroso Espinal

lunes, 27 de junio de 2011

La nueva barbarie

Voto responsable.
Las aspiraciones que pueda tener cualquier organización y las políticas en especial, deben sopesarse en la medida de sus acciones pasadas; las futuras elecciones federales nos permitirán ser analíticos sobre la decisión que tomemos y el tipo de gobierno que queremos para los próximos seis años. Si somos coherentes con el ejercicio democrático, estableceremos la vigilancia pertinente.
En cuestión de propuestas, habría que poner atención en lo que viene arrastrando el PRI; su historia reciente, de todos conocida, presenta dos puntos que aún no parecen resueltos. En primer lugar, no ha sido capaz de aceptar todas las barbaridades y errores que cometió durante más de setenta años en que ejerció el poder e impuso sus visiones de él.
De hecho, ni siquiera queda claro qué es lo que infiere cuando dicen sus miembros (Yulma Rocha incluida), que ya son otros y que ahora son mejores. Podría interpretarse que, como cambiaron las generaciones, ahora sólo perfeccionaron las formas de despojo, el cochupo y la eternalización en el poder comparado como lo hicieron las generaciones anteriores.
Por otro lado, el cambio interno no garantiza que hayan cambiado las formas, cuando podemos suponer que dentro de las instituciones, lo que más lentamente cambian, son las formas de hacer las cosas. Considero que votar por la institución que no brindó más que el ocultamiento de lo que sucedía en el país, resultará en un retroceso. El balón está en nuestro lado del campo.
Roberto Barroso Espinal

viernes, 24 de junio de 2011

La nueva barbarie

La vigilancia como rutina.
No será fácil discernir quién o quiénes deben gobernar al país en el periodo de 2012 a 2018, las propuestas aún no son del todo claras y se siguen repitiendo los esquemas usados desde hace cuatro sexenios; el manejo de la credibilidad del público se está estableciendo desde los medios de comunicación y éstos no garantizan la verdad.
Si bien es cierto que se maneja como el más viable candidato del PRI a la presidencia de la República a Peña Nieto, también lo es que desde ahora el manejo de su imagen irá en el tenor de presentarlo como la única solución a los problemas del país, curiosamente como se ha hecho desde que esta nación se declaró independiente.
Como lo mencioné ayer, la responsabilidad de creerlo recae sólo en nosotros, como consmidores de mensajes; se impone una lectura crítica a lo que se vaya a presentar como alternativas para quienes quieran ostentar el gobierno, puesto que no sólo el priista, sino todo aquel que se proponga como candidato, debe vigilarse y sopesarse en cuanto a sus intenciones.
Posiblemente sea mucho pedir, pero no estaría de más si, sólo por variar, pusiéramos atención a lo que se nos presente en materia de elecciones el próximo año. Tomar en nuestras manos la responsabilidad de saber hacia dónde se dirige cada uno de los aspirantes a la silla presidencial y así poder exigir que los resultados sean los que esperamos. No basta sólo con votar.
Roberto Barroso Espinal

jueves, 23 de junio de 2011

La nueva barbarie

La lucha por la sobrevivencia informativa.
Podríamos rasgar nuestras vestiduras al enterarnos que la información que los medios de comunicación vierten para el consumo cotidiano nos parcializan la visión del entorno, podríamos también acusarlos de manipulación con fines siniestros para hacerse dueños de nuestras voluntades y así convertirnos en consumidores compulsivos.
No negaré el papel ni la participación de los medios en la desubicación social, sin embargo como en todas las relaciones, la que llevamos medios y consumidores es en dos vías; las responsabilidades son compartidas y los resultados tienden a apuntar hacia ambos lados cuando se trata de dirimir quiénes son los culpables.
Hay un juego irresponsable donde lo que se emite, sin medir consecuencias o quizá plenamente calculadas, propone una visión de la realidad cercana sólo en cuanto a la urgencia de tomar medidas ante situaciones emergentes, por ejemplo la inseguridad. Al día de hoy, lo que hemos obtenido en términos generales es saber que en ciertos lugares a ciertas horas, no es conveniente transitar.
Por el otro lado, quienes consumimos los mensajes, no nos hacemos responsables de ser críticos ante ellos y los absorvemos como si todo fuera inocuo; es cierto que no porque las cosas se pintes de una manera específica, la sociedad imitará lo que ve o escucha automáticamente, pero sí establecerá un precedente que justificará los futuros comportamientos sociales.
Lo problemático se encuentra a la hora de establecer quién tiene la culpa de la influencia ejercida desde los medios. Cada uno de los actores en la relación producción-consumo señala al otro sin reconocer su parte. Se requieren dos para bailar tango y en la melodía diaria compuesta por toda la sociedad, no se vale establecer pasos distintos para cada uno.
Roberto Barroso Espinal

miércoles, 22 de junio de 2011

La nueva barbarie

Terrorismo en ilustraciones.
Así como la lluvia de esta temporada, las noticias en cualquier medio nos relatan lo acontecido diariamente a cuentagotas en nuestras localidades; la práctica es del todo conocida por todos y la credibilidad en ese tenor se ve cada día en franco detrimento, lo que me hace pensar que el motivo de la actividad noticiosa se ha desviado de su origen.
Desde hace algunos años, las notas principales versan sobre la violencia, la inseguridad, los tratos por debajo de la mesa y la corrupción en general; no hay un contrapeso que nos haga ver un panorama más amable del entorno que escogimos como lugar de residencia, Las noticias sobre adelantos científicos, cultura o educación se ver minimizadas a suplementos dominicales o anécdotas en secciones "especiales".
Pareciera una práctica de terrorismo, como el usado en Francia en el siglo dieciocho bajo el gobierno de M. Robespierre; ilustrado por las múltiples formas de graficar lo sucedido e ilustrado por la supuesta erudición con que se reviste a cada escrito, audio o video, el resultado no puede ser otro que la instauración del régimen del miedo.
Si a esto aunamos las emisiones de las cuales somos víctimas, donde se presentan a familias enteras peleando por situaciones verdaderamente estúpidas, el esquema mental que nos podemos hacer, resulta en un panorama desalentador donde llegamos a fantasear sobre la ausencia de valores, la pérdida del respeto por la vida y la inevitable tragedia de vivir en este país. Pensemos, los buenos somos más.
Roberto Barroso Espinal

martes, 21 de junio de 2011

La nueva barbarie

La ayuda "especial".
El día de ayer insinué que hace falta alguna forma de conciencia social, lo que podría interpretarse como la ausencia total de una idea de conjunto. Nada más alejado de la verdad; sí somos capaces de crear grupos dedicados a un objetivo común en los cuales se ven los resultados casi de manera inmediata, las necesidades son las que determinan a qué serán dedicados.
Aunque en estas tierras no somos famosos por lo espectacular de nuestras acciones productivas, sí hemos logrado tener momentos en los que la solidaridad, el compromiso, la educación y la cordialidad han salido a flote para solventar los problemas inmediatos. Recordemos la ya casi legendaria lucha en contra de la inundación del '73.
Eventos de esa índole ponen a prueba la templanza de cualquier sociedad, lo que me remite a "Beatriz" que en Acapulco ha manifestado su poderío y dejado una estela de desastre, que ahora la población guerrerense debe enfrentar con todo lo que la caracteriza. Otra oportunidad para demostrar que somos un pueblo que acude al llamado de un sector necesitado.
Sólo me queda la duda sobre si lo que no hace reaccionar es la tragedia, el sufrimiento y lo apocalíptico. Quizá no hemos entendido que no debemos esperarlo puesto que los tenemos todos los días en la forma del desempleo, la pobreza de unos y el despilfarro de otros y que dejamos pasar por muchas y muy variadas razones, claro está que "ajenas" a nuestro control. La solidaridad debería manifestarse todos los días.
Roberto Barroso Espinal